Las bebidas saludables han experimentado un boom muy fuerte en las últimas tres décadas en todo el mundo, y muy especialmente en los últimos años. ¿Quieres saber por qué? La preocupación del consumidor por adaptarse a las calorías recomendadas por la OMS, y la incorporación del deporte a la rutina diaria de muchísimas personas, ha provocado que numerosas marcas hayan visto un filón comercial en este nicho de mercado.

Los refrescos sin azúcar

Vale, la mayoría de los refrescos y las bebidas sin azúcar han dejado de usar azúcar en sus alimentos, ¿una buena noticia? No del todo, porque lo han sustituido por otro tipo de edulcorantes artificiales para poder vender un concepto, el de light. En realidad, este cambio no se adapta a las necesidades dietéticas y nutricionales del consumidor y te preguntarás entonces por qué lo hacen. Pues por una cuestión puramente publicitaria: un lavado de imagen solo centrado en la forma y no en el fondo. Este hecho, junto a muchos otros que van en la misma línea, ha provocado la paradoja de que el sobrepeso y la obesidad no hayan dejado de aumentar, principalmente en los países occidentales. Cuanto más light en la etiqueta más obesidad en la sociedad. Es de locos, ¿verdad?

Cuando hablamos de refrescos sin azúcar tenemos que entender que esto no significa que sean una bebida saludable, ni de lejos. La cantidad de azúcar en las bebidas también puede ser baja sin que ello signifique necesariamente que te encuentras ante una bebida realmente saludable.