Entrevista a Uros Dragicevic

En RAW tenemos la enorme suerte de contar con los mejores embajadores que se pueden pedir. Uno de ellos es Uros Dragicevic, entrenador de baloncesto con una experiencia en este deporte que ya quisieran muchos.

Estamos más que orgullosos de decir que ya forma parte de la familia de RAW junto con otros muchos deportistas. Con esta entrevista, queremos que vosotros también le conozcáis más a fondo, ¡os aseguramos que es una persona maravillosa!

RAW: Tienes una gran experiencia como entrenador de baloncesto pero, ¿cómo empieza esa pasión por el baloncesto? ¿En qué momento decides que lo que pudo comenzar como un hobby se convierte en tu profesión?

UROS: Empecé a entrenar con 7 años, me acuerdo del primer día perfectamente. A la salida del colegio, me estaba esperando mi madre con la mochila preparada para mi primer entrenamiento.

Fuimos al campo del Partizan de Belgrado, que entrenaba muy cerca del estadio de fútbol, con lo cual la impresión fue todavía más grande. Estuve entrenando con chicos más mayores, y tardé varios meses en meter mi primera canasta.

En esa época todos jugábamos en canastas altas, ya que no había de las que se pueden bajar (en Serbia en los años noventa la gente pasaba mucha hambre). Me acuerdo muy bien de los compañeros con los que entrenaba, y de hecho con algunos de ellos todavía mantengo la amistad.

Cuando cumplí 18 años ya sabía que no podría llegar a jugar en un nivel profesional, pero tenía muy claro que quería que el baloncesto formara parte de mi vida. Así que elegí convertirme en entrenador, estudiando una carrera en la universidad de Belgrado para llegar a tener el título FIBA, el más alto que puede tener un entrenador en Europa.

Con 22 años empecé ya a trabajar profesionalmente como entrenador en el club baloncesto Belgrado. Y al poco tiempo me llegó la oferta desde España que me cambió la vida y que me ha dado la oportunidad de trabajar en otro país que ama el baloncesto.

R: Has trabajado como entrenador en equipos de varios países de Europa. ¿Has notado mucho choque cultural? ¿Has tenido que cambiar tu forma de trabajar?

U: Al principio de mi carrera tan sólo me planteaba aprender de todos los entrenadores con los que trabajaba. Cuando me llegó la oferta de venir a España, tuve la suerte de encontrarme con un club que, en aquel momento, apostaba por la formación de los jugadores y donde había muchos entrenadores de alto nivel.

En España se vive el baloncesto con la misma pasión que en Serbia, pero me tuve que ir acostumbrando a lo que significa vivir en un nuevo país, aprendiendo el idioma, la cultura… Todo ello ha ido cambiando mi forma de trabajar, para permitir adaptarme mejor a la mentalidad española.

 R: Ya entrando más en la materia deportiva, ¿cuál es tu mayor objetivo a la hora de transmitir a tus jugadores? Por ejemplo, el espíritu de equipo, la correcta realización de los movimientos…

U: He entrenado durante muchos años equipos de todos los niveles y categorías, mientras que ahora estoy más dedicado a trabajar individualmente con jugadores para mejorar su técnica.

Sin embargo, no hay que olvidar que el baloncesto es sobre todo un deporte de equipo, así que siempre hay que tener claro que el objetivo final debe ser que cada uno de los jugadores o jugadoras intente dar el máximo para que el equipo sea mejor.  

En el trabajo de tecnificación individual con los jugadores trato de que, después de cada entrenamiento, puedan poner en práctica lo que han aprendido para mejorar la dinámica de juego en sus equipos.

R: Te hemos visto mucho en tu faceta de entrenador pero, ¿has sido alguna vez jugador profesional? En caso afirmativo, ¿por qué lo dejaste? Si la respuesta es no, ¿por qué ser entrenador?

U: No he llegado a ser nunca jugador profesional, pero quería desde pequeño que mi vida estuviera vinculada con baloncesto. Mi padre era profesor y tuve la suerte de ver cómo gracias a su trabajo y dedicación los niños mejoraban y aprendían cosas nuevas.

Así que quise hacer lo mismo como entrenador. Dedicar muchas horas para corregir un error o enseñar nuevas habilidades. Transmitir pasión, energía, motivación, competitividad… Todos los buenos momentos que vives mientras estas entrenando o jugando, me motivaron para tener claro que este iba a ser mi trabajo.

R: La disciplina es muy importante para un deportista. ¿Tu sigues alguna rutina en cuanto a la dieta y tus propios entrenamientos? ¿Qué sería algo que nunca comes porque consideras que no es bueno para ti?

U: Creo que la disciplina es muy importante en todos los aspectos de la vida, si quieres lograr los objetivos que tú mismo te pongas.

Yo intento mantener mi forma física y cuidar mi salud entrenando y haciendo deporte, porque además, en mi trabajo es importante poder mostrar uno mismo en la pista a un jugador el movimiento que queremos que aprenda o que corrija.

Respecto a mi alimentación, trato de comer de una forma sana y variada.

R: ¿Por qué has decidido unirte a la familia de RAW? ¿Qué crees que puede aportar a tu salud que otras bebidas no conseguirán?

U: Soy consciente de que los productos con mucho azúcar no son buenos para nuestra salud, por eso intento comer sano, y eso incluye lo que bebo. Además, para ser honesto, he terminado por hartarme de todas esas bebidas azucaradas que prácticamente saben igual y te dejan el cuerpo lleno, pero mal hidratado.

RAW es una bebida que a mí personalmente me gusta, y tengo claro que no está dañando mi cuerpo. Además, viendo la clase de atletas que lo usan me parece que ellos tampoco optarían por una bebida en la que no confiaran. Para mí, con eso ya es suficiente.

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