julio 12, 2022
Las dietas libres de gluten han adquirido mucha popularidad en los últimos años, y cada vez más gente adopta este tipo de dieta aún sin requerirla y esto se debe a que cada vez hay más disponibilidad y accesibilidad a estos alimentos.
Pero… ¿cuándo es necesario eliminar el gluten de la dieta?
Hoy en día hay gente que aún no sabe qué es el gluten, pero lo asocian a subir de peso o inflamación, y mucha gente lo elimina de forma radical llegando a poder provocar deficiencias nutrimentales.
Pero muchas otras veces hay patologías que sí generan una razón para quitarlo de nuestra dieta.
Primero de todo, ¿Qué es el gluten? Es la proteína que se encuentra en muchos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la espelta, el triticale… que es la que proporciona elasticidad a la masa de harina, esa esponjosidad de los panes.
¿En qué tipo de patologías debemos eliminar el gluten?
Existe la enfermedad celiaquía que es una enfermedad crónica y autoinmune del intestino delgado, iniciada por la exposición al gluten de la dieta en individuos genéticamente predispuestos. En el mundo se estima que el 1% de la población tiene esta condición. Y el tiempo desde la exposición hasta la aparición de los síntomas puede ir desde horas a años. Entre los síntomas están: dolor de cabeza, gases, hinchazón, diarrea y causa un daño en la mucosa intestinal llegando a provocar mala absorción de nutrientes.
Se diagnostica con:
El único tratamiento es la eliminación del gluten en la dieta.
También existe la alergia al trigo, que se define como una reacción inmunológica adversa de las células T con las proteínas del trigo. Esta se produce poco después de la ingestión. Estos síntomas son más hinchazón, picazón en la boca y piel, dificultad respiratoria, ojos llorosos…
Y otro término es la sensibilidad al gluten, no celíaca, que es término para diagnosticar a aquellas personas que tienen síntomas o signos intestinales relacionados con la ingestión de granos que tienen gluten y que van mejorando cuando eliminan su consumo. Los síntomas pueden coincidir con enfermedad celíaca, así que primero hay que descartar la enfermedad celíaca, la alergia y posteriormente el diagnóstico se va a confirmar con la mejoría o desaparición de síntomas al llevar una alimentación sin gluten.
Pero siempre es súper importante el diagnóstico. Podemos consultar a un gastroenterólogo para ver cual es la raíz, y no confundirlo con alguna irritación del intestino por una mala alimentación o el uso de medicamentos o dietas restrictivas que pueden causar estas alteraciones intestinales donde las microvellosidades se ven afectadas y que al ingerir gluten tengas esa reacción de inflamación y malestar, pero hay 3 diagnósticos para evaluar cuales son las causas de esto.
Antes mencioné los granos que tienen gluten, pero además es muy importante leer las etiquetas, para estar seguro de que los alimentos no se procesan o elaboran en plantas o máquinas dónde pueda haber residuos de algún otro grano que sí tenga gluten. Éste es el caso de la avena, que de forma natural no tiene gluten, pero en el mercado muchas veces nos encontramos con la etiqueta avena sin gluten, y esto es porque nos están asegurando que fue procesada de la forma adecuada para asegurar que no hubo contaminación cruzada con algún otro grano. También hay alimentos procesados con gluten que se añaden como espesantes, aglutinantes, saborizantes… por eso de nuevo una vez más; ¡LEE LAS ETIQUETAS!
Y al mismo tiempo hay muchos otros alimentos que dan lugar a confusión, porque su naturaleza no tiene gluten, pero la etiqueta lo pone también para añadir un interés al consumidor, creyendo que es mejor opción.
Y en cuanto a qué cereales podemos usar para sustituir estos granos que tienen gluten tenemos: el maíz, el trigo sarraceno, el amaranto, la avena, la quinua.
¿Y qué dice la norma de etiquetados? En Europa nos regimos por el Codex Alimentarius y éste determina que para poder etiquetar un alimento como sin gluten no debe tener más de 20mg/kg de gluten en el alimento y entre 20-100mg/kg deben estar como etiquetados como bajos en gluten. Pero en cambio la FDA (americana) dice que sí se puede etiquetar como sin gluten todo aquel alimento que por naturaleza no lo contenga.
Como conclusión, yo lo que veo y mira que me gusta analizar cada producto del supermercado, es que los alimentos etiquetados como sin gluten son más caros y por lo general tienen muchos más ingredientes para mantener las características del alimento y que dejan de ser saludables por eso. Así que, si no tienes algún diagnóstico en el que tengas que eliminar el gluten en tu alimentación, pues no te bases en ese tipo de productos y si sí tienes el diagnóstico, lo más recomendado es no utilizar alimentos procesados sin gluten, uno por el coste y dos por los aditivos que no nos van a ayudar.
BIBLIOGRAFÍA
RAQUEL SAN MILLÁN
COL MAD00935
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